Las maderas ya talladas
buscan su mano de árbol
y van encontrando poemas
en la voz de Moisés Ruano.
La barba insigne, el porte alto,
mirada noble y sincera,
y entre los dedos tabaco,
que fuma a escondidas de Ana,
quizás su único fallo.
El alba le ve madrugar
para tomarse temprano
el café que le despierta
y comienza el primer acto:
noticias, literatura,
el canto de los pájaros,
la escritura de algún verso,
siempre besos, siempre abrazos,
pinta ojos y pinta estrellas,
de una raíz talla un regalo,
así la mañana pasa
oscilando de soslayo.
La tarde le espera larga,
él ya tiene algo entre manos,
un concierto, una exposición,
un paseo, un ensayo,
un libro, muchos recuerdos,
los amigos del teatro,
la mirada tierna de Ana,
una guitarra, un canto…
su puerta siempre está abierta
por si necesitas algo,
por si quieres que te cuente
hechos y cosas de antaño,
de Carabanchel, su barrio,
historias de ayer y de hoy,
Moisés generoso y sabio,
él te dará su corazón
sin pedirte nada a cambio.
En el viento se oye un cuento,
que atraviesa el océano,
que nombra con sentimiento
el nombre de Moisés Ruano.
Albertomorate. Abril 2011
Tallas de Moisés Ruano en la exposición del Círculo de Arte de Toledo
1 comentario:
Bueno, esto está cogiendo un nivel que va a dar que hablar...Qué emotivo...Hay que ir a ver a Moises a Toledo, abrazar a Ana y hasta comer mazapán si hace falta...Besos a todos y gracias por estas hermosísimas palabras.
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