A principios del mes de mayo hicimos una excursión al Camino Schmid, en la Sierra de Guadarrama, con Santiago Goriba y su grupo de montañeros dirigidos por Cesar Pérez de Tudela. Yo no soy montañera y necesité toda mi energía, pero mereció la pena. Lo pasamos genial, y regresamos con las baterias cargadas para poder enfrentarnos a nuestras rutinas.
El viernes nos vamos a ver por tercera vez en estos últimos años. Será muy grato, seguro, pero yo os animaría a hacer algo más: que no dejemos de organizar eventos en los que podamos involucrar a antiguos compañeros que hace tanto que no vemos. Porque cuando lo hacemos, retomamos la amistad al instante, y el momento de risas que se pasa es impagable. Cosas como estas nos mantendrán jóvenes, al menos de espíritu, jajaja...
Yo ya me voy haciendo mayor, y lo noto porque en clase empiezo a contar cosas de mi vida que jamas antes habría relatado. Pero hay un mensaje que llevo repitiendo hace años: en esta vida lo más importante que puedes atesorar es tu colección de afectos. Nada perdurará tanto en el tiempo y en tu memoria. Después, ellos te regalarán la mejor de las compañías cuando más lo necesites.
El viernes nos abrazaremos y nos desearemos lo mejor unos a otros, pero no os olvideis de esto que os digo en este blog. Un beso y un fuerte abrazo para todos, hoy y siempre.
Hugs
Paloma
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